En medio de la tremenda polémica que destapó, la que incluso escaló hasta el Gobierno, Daniela Aránguiz no pierde el tiempo y tras ir a declarar por el caso “telefonazo” tuvo una especial cita con Luis Mateucci.
El argentino, que lleva meses tratando de conquistar el corazón de la ex Mekano, se la jugó invitándola a comer a un restaurante del sector oriente de la capital, momento que la mismísima Daniela compartió en sus redes sociales.
Pese a que juró que se trataba de una salida de amigos, son pocos los que creen en esta versión, pues recordemos que Daniela reveló que sí mantuvo una relación con Luis, la cual tuvo que terminar abruptamente por los escandolosos shows de celos que le hacía su ex Jorge Valdivia.
Así, sin más detalles pasó el fin de semana, y este lunes en el programa Zona de Estrellas, Daniela habló un poco más de esta salida y de cómo está su corazón por estos días.
“Yo quiero pasarlo bien, estar feliz, disfrutar. Yo creo que la vida es ahora. Estos son los últimos años de juventud que me quedan. Tengo 37, me quedan tres años para los 40 y antes de los cuarenta quiero hacer muchas cosas, quiero aprovechar”, dijo frente a sus compañeros de panel en Zona Latina.
El supuesto romance de Daniela Aránguiz y Luis Mateucci
Sobre la relación que mantiene actualmente con el argentino, Daniela fue clara.
“Y con Luis es un muy amigo, me encanta, lo encuentro exquisito. Rico que me inviten a comer y me regaloneen. Luis es un hombre estupendo, caballero. Es super bueno para invitarme a salir, siempre me tiene presente y eso me encanta. Me tiene presente en su grupo de amigos, como ‘salgamos, tengo una mesa aquí, salgamos para allá'”, expresó.
En esa misma línea, y tras un divorcio bastante mediático, la farandulera afirmó que “es muy luego como para algo. Tuvo una relación muy larga, 17 años, y ahora es el momento de pasarlo bien. Y si él es entretenido y lo pasó bien con él y obviamente voy a salir con él, como puedo salir contigo”.
Finalmente, Daniela Aránguiz reveló que Luis le llevó unos regalitos desde Argentina y tras la cena “me fue a dejar a mi casa” sin profundizar qué pasó después.
