Este domingo, en De tú a tú, Martín Cárcamo visitó a la comediante y actual panelista del matinal Tu día, Pamela Leiva.
La gran triunfadora del último Festival de Viña del Mar recibió al conductor en su departamento, donde vive desde 2016.
Según contó, llegó a vivir ahí cuando estaba en pareja con su primer esposo y embarazada. “No nació el bebé, no perduró la relación, pero yo sigo viviendo acá”, indicó Pamela.
Reunidos en el Café Palermo, donde Pamela realiza su stand up, la comediante le contó su infancia a Cárcamo. Nacida en el hospital Sótero del Río, en Puente Alto, llamó la atención desde el primer momento.
“Nací con dos dientes. Mi mamá se acordaba que desde chica me gustaba llamar la atención, y me pasearon por toda la maternidad porque toda la gente quería ver a esta guagüita con dientes”, rió.
Su relación más cercana era con su hermana Sandra, a la que le llamaba “La Medina”, por tener apellidos distintos. Como su madre era nana puertas adentro, su hermana era su mayor sostén.
“La veíamos los domingos y miércoles por medio. Entonces nos criamos solas, mi hermana era la que se hacía cargo de mí cuando era chica”, contó.
El tema que marcó más su infancia fue la ausencia de su padre. “Mi papá es un hombre muy mujeriego, hasta el día de hoy no ha cambiado. De los que sabemos, somos 5 hermanos de cuatro mamás, pero no tengo ninguna duda de que debe haber más”, sostuvo Pamela.
De hecho, poco después de que Pamela Leiva naciera, su mamá tuvo claro que el hombre tenía una familia paralela. “Mi mamá iba conmigo en brazos a un control y mi papá se sube a la micro con su otra familia. Mi papá la vio y se hizo el loco, como que no la conocía, se bajaron en el mismo paradero y le volvió la cara como si no la conociera. Ese momento para ella debe haber sido muy triste”, indicó.
Uno de los primeros recuerdos de infancia de Pamela es cuando la otra mujer de su padre llegó a su casa a hacer un escándalo. “Llegó a encarar a mi mamá, entró gritando, me imagino que muy shockeada. Agarró a mi papá a charchazos, y cuando me vio se volvió loca, mi hermana me tuvo que sacar a una pieza mientras afuera esta señora insultaba a mi mamá y mi papá porque yo había nacido”, señaló.
“Él no fue un hombre agresivo ni déspota, pero en su actuar de responsabilidades era un desastre. Era re bueno para dejarme plantada en el colegio. Cuando yo sabía que me iba a buscar él yo me relajaba y me gastaba la plata para la micro, y tantas veces me pasó que no llegaba, y yo tenía que pedir plata en la calle para irme a mi casa. Y eso me dolía mucho porque me hacía sentir humillada”, recordó la hoy figura de Tu día, y agregó que la mayor decepción fue cuando le dijo que quería entrar a la universidad, y él no quiso ayudarla económicamente.
“Me pasaba que yo decía ‘¿Cómo a mi papá no le importa nada mío?’. Yo no sé si hay una autocrítica de parte de él, nunca me ha pedido perdón (…) Yo a mi papá le tengo mucho cariño. A veces se me olvida que existe, muchas veces no le contesto el teléfono, pero no es voluntariamente, es porque no es una prioridad en mi vida”, reflexionó Pamela sobre su progenitor.
Pamela Leiva y el sobrepeso
Rápidamente, la comida se convirtió en un mecanismo de evasión de Pamela Leiva por los problemas en su vida.
A los 7 años es su primer recuerdo al respecto. “Era invierno, yo sintiéndome muy sola, haciéndome un pan con mantequilla y comiéndomelo como desesperada. Año a año iba creciendo el tema”, contó, y cuando en los veranos su mamá la mandaba al campo, ella aprovechaba de comer.
“Cada año llegaba más gordita, más gordita”
Pamela Leiva
La situación se acrecentó cuando salió del colegio y empezó a subir de golpe. “Para mí fue shockeante subirme a la pesa y ver que pesaba más de 100 kilos”, confesó.
“Me sentía muy mal de ver cómo no era capaz de hacer algo por mí, pero la gente cree que la obesidad es solo una falta de voluntad, pero no, es una enfermedad compleja”, rememoró la ex chica reality.
