Uno de los pilares más importantes que ha tenido Claudia Conserva durante su lucha contra el cáncer de mamas que la aqueja, ha sido su hermana, Fran Conserva.
Desde que se conoció la enfermedad de la animadora, las hermanas han permanecido más unidas que nunca, unión que quedó plasmada en Brava, el documental que refleja el proceso que ha enfrentado Claudia Conserva y su familia en estos 10 meses.
Fran Conserva fue una pieza fundamental en la producción del documental. “La grabé, edité, y solo decir que no pretende ser un informativo para la gente con cáncer ni nada. Es un registro muy honesto”, comentó la panelista de TV+, quien en recientemente fue entrevista por Las Últimas Noticias, donde se sinceró sobre cómo le ha afectado la enfermedad de su hermana.
“Me liquidó, desestabilizó mi vida entera y necesitaba recuperar fuerzas sabiendo que ella está un poco mejor”, contó, refiriéndose al viaje a Italia que realizó, y aunque debido a esto las animadoras de TV+ estuvieron separadas las últimas semanas, no fue impedimento para que se mantuviera cerca de Claudia, pese a la distancia.
Es que para la panelista de TV+ este viaje era algo necesario. “Tenía pensado tomar un tiempo largo fuera de Chile para recuperarme psicológicamente del desgaste vivido”, explicó.
El significativo viaje de la hermana de Claudia Conserva
Para reponer energías, Fran Conserva viajó hasta Italia junto a su hijo José Tomás por dos semanas, periodo en el que aprovechó de visitar lugares bastante significativos para su hermana.
Cuenta que estuvo permanentemente conectada con Claudia, mostrándole los lugares que recorría, en tiempo real, a través de videollamadas.
Uno de los lugares que visitó fue Rapallo, comuna perteneciente a la Provincia de Génova, que es donde Claudia Conserva y Juan Carlos Pollo Valdivia vivieron durante ocho meses en 2012.
“Estuve casi una semana. Es súper lindo y caminé tardes enteras acompañada de la Claudia”, cuenta Fancesca.
“Por videollamada me decía hasta donde doblar para llegar a sus picadas, incluso de helados”, enfatiza.
“Claudia estaba feliz, lo revivió todo a través mío. Sus caminatas, el peluquero, el colegio de los niños. No pude ir a la casa donde vivió porque yo andaba a pie y estaba cansada, no me quedaba tan cerca”, cierra Fran Conserva este conmovedor relato del amor filial sobreponiéndose a la adversidad
