Salen a la luz graves casos de corrupción e irregularidades que existirían en la organización del Festival de Viña
Desclasifican las internas de la organización del Festival de Viña del Mar.
La periodista Laura Landaeta adelantó hace un tiempo que el mundo del espectáculo iba a temblar con un reportaje que saldría sobre la organización del Festival de Viña del Mar y los casos de corrupción involucrados en esta.
Así las cosas, esta semana se publicó el artículo periodístico de Interferencia que desclasifica todas las internas del famoso certamen viñamarino y recoge los testimonios de al menos 12 personas que han tenido que ver con su gestión.
Cabe recordar que la municipalidad licita la concesión del evento para los canales televisivos que lo transmiten, como este año fueron TVN y Canal 13.
Según el reportaje, Bizarro, que tiene la concesión de Movistar Arena, desde el 2019 es la productora encargada del Festival de Viña. De acuerdo a un informante, En ese año, el gerente de CHV en ese entonces, Jorge Carey, asesorado por Catalina Yudín y tras gastar 12 millones de dólares en el Festival de Viña, le ofreció a la productora hacerse cargo del certamen para librarse de negociar con artistas y demás involucrados.
“Por años hemos callado, pero ya es tiempo de que se sepa la verdad”, es uno de los primeros párrafos del reportaje, que cita a un reconocido productor de la industria de entretenimiento nacional.
Esta misma persona asegura que el Festival de Viña está a cargo de un duopolio conformado por la productora Bizarro y tradicionales ejecutivos de TVN.
De acuerdo a lo indicado por la investigación, Bizarro habría puesto una cláusula en los contratos de los artistas que se presentaron delante del “monstruo”, que los obligaba a ser representados por ellos durante todo el año.
“Si no ayudas a Viña entregándole a tu artista a Bizarro, después resulta que, en tus eventos del año, no hay fechas para ti. El Movistar es el único recinto grande que podemos utilizar en invierno y quedar fuera de la parrilla de eventos es impensado, entonces, terminamos cediéndoles a nuestros artistas por obligación”, comenta un productor de eventos en el reportaje.
“Nos vemos forzados a colaborar con Bizarro, pero no entregamos a nuestros principales artistas”, afirma un productor explicando”, afirma otro productor.
Interferencia sostiene que Bizarro sigue con este rol, porque para los altos mandos estar a cargo del Festival de Viña es un “dolor de cabeza”, ya que es un certamen costoso y que no deja mayores ganancias.
Además, la productora ofrece sin costos sus artistas a cambio de obtener la ticketera total del certamen.
En el reportaje también se señala que existieron denuncias en el 2019, año en que Bizarro se hizo cargo del festival, que estarían relacionadas a los sobreprecios por artistas, e incluso, a negociaciones para obtener un cupo en la competencia.
“Los involucrados son gerentes y no mandos medios. Gerentes con toda la potestad de hacer y deshacer a destajo”. “Ellos aún tiene cargos importantes y pueden definir el trabajo de la gente de televisión muy rápidamente. Por eso nadie quiere enfrentarlos. Pero es necesario que se investiguen los últimos 20 años de Viña para saber quién robó y quién no”, dice un ex asesor del evento.
En esa misma línea, un productor contó su experiencia: “Les ofrecí a Lionel Richie para el Festival del 2018 y me dijeron que no, que no calentaba a nadie, que estaba viejo. Y para mi sorpresa, al año siguiente lo llevaron por el triple del valor que yo había pedido. Por supuesto la gestión no la hice yo”.
“Me pidieron que hiciera una cotización por el doble del valor de mi artista, obviamente, el costo extra era para ellos. Reclamamos mucho y creo que esa fue una de las razones por la cual finalmente deciden entregarle el festival a una sola productora. Nuestro trabajo de basa en las confianzas y la producción del Festival rompió todo eso con su aprovechamiento”, señala otro productor, sobre una situación que se remonta al 2018.
De esta forma, el reportaje de Interferencia apunta directamente a que las decisiones de los ejecutivos, relacionadas con la productora Bizarro, estarían basadas en casos de corrupción que ensuciarían el espíritu del Festival de Viña del Mar.