En el año 2013, Pablo Herrera fue detenido por conducir en estado de ebriedad tras salir de la icónica discoteque Sala Murano, en la comuna de Lo Barnechea.
Al realizarle el alcotest marcó 1,9 grados de alcohol en la sangre por lo que derivado a la comisaría y luego de ser dejado en libertad comentó “Venía de una fiesta a la que acostumbro a ir, que estaba muy buena, y me tomaron porque venía con copete, nada más. Estaba a tres cuadras de mi casa”.
Años más tarde, sufrió un accidente cerebrovascular, por el que terminó internado en una clínica temiendo por su vida.
Hoy, el cantante recordó aquellos episodios los que tuvieron directa relación con el alcohol, haciendo un mea culpa en conversación con Cristián Chico Pérez en el programa El Cuarto de Música.
“Fui curado muchos años. (…) Una chelita en el ayuno. Fue durante muchos años. Pobre de mi exmujer, especialmente la última. Lo siento. Yo creo que fue espantoso convivir conmigo”, reconoció el intérprete de Besarte despacio.
Al mirar hacia atrás, Pablo Herrera asume que “Fue un problema serio”, aunque recalca que “Hace muchos años que dejé el alcohol. No me traté. Lo más cercano a un tratamiento fueron mis idas a la selva con ayahuasca, es muy buena para las adicciones”.
Los graves episodios que sufrió Pablo Herrera
Este exceso de alcohol le pasó la cuenta, pues protagonizó dos momentos muy delicados, especialmente uno en el que estuvo entre la vida y la muerte.
“En el primero me caí y casi me partí la cabeza mal. Venía de una fiesta heavy”, detalló, y fue el segundo la experiencia que no cuenta dos veces.
“Me dio un ataque cerebrovascular, terminé en la clínica. Por suerte me llevaron altiro a la clínica, no me pasó nada. Normalmente quedan secuelas…”
Pablo Herrera
Tras vivir estas situaciones, el artista tomó conciencia y se dio cuenta que estaba yendo por una camino que podía ser sin retorno.
Sin pensarlo más, decidió dejar el alcohol, junto al apoyo de su familia. “A partir de eso todo se puso bueno. Te cambió la energía, estaba rodeado de diablos”, indicó, aconsejando a los que viven algo similar a fijarse bien en las amistades con las cuales se codean. “Uno jura que son amigos, pero son amigos en el alcohol”, criticó Pablo Herrera.
