retención de líquidos

Retención de Líquidos: causas y recomendaciones

La retención de líquidos, también conocida como edema, es una condición que se manifiesta comúnmente en los pies…

Cintia Castro Sánchez 20-01-2024 / 16:26:20

La retención de líquidos, también conocida como edema, es una condición que se manifiesta comúnmente en los pies y tobillos, aunque también puede afectar otras áreas como la espalda, manos o párpados.

Esta condición se caracteriza por la persistencia de una hendidura al presionar la zona afectada, la cual puede durar algunos segundos. La retención de líquidos tiende a ser más frecuente en verano, debido a las altas temperaturas que pueden propiciar esta condición.

Existen diversas razones por las cuales puede producirse la retención. Entre las causas más comunes se encuentran:

  1. Fuerza de Gravedad: Permanecer sentado o de pie en la misma posición durante un tiempo prolongado puede provocar que los líquidos se acumulen en las extremidades inferiores debido a la fuerza de gravedad.
  2. Consumo Excesivo de Sal: Una dieta rica en sal puede contribuir a la retención de líquidos, ya que el sodio retiene agua en el cuerpo.
  3. Consumo de Tabaco: El hábito de fumar puede afectar la circulación sanguínea, contribuyendo a la retención de líquidos.
  4. Consumo Excesivo de Azúcar: Las dietas altas en azúcar pueden tener efectos negativos en la retención de líquidos.
  5. Temperaturas Elevadas: Las altas temperaturas, especialmente en verano, pueden propiciar la retención de líquidos.
  6. Uso de Medicamentos: Algunos medicamentos, como el paracetamol en dosis elevadas, antiinflamatorios no esteroideos (como el ibuprofeno) y fármacos con efecto vasodilatador, pueden contribuir a la retención.

Afortunadamente, hay prácticas y recomendaciones que pueden ayudar a prevenir o aliviar la retención de líquidos. Algunas de ellas son:

  1. Ejercicio Regular: La actividad física regular puede mejorar la circulación y ayudar a prevenir la retención.
  2. Elevación de las Piernas: Mantener la zona afectada elevada puede favorecer la redistribución.
  3. Ponerse de Puntillas: Tanto al estar sentado como de pie, ponerse de puntillas puede activar los músculos de las piernas y mejorar la circulación.
  4. Uso de Ropa Holgada: Evitar la ropa ajustada puede contribuir a una mejor circulación.
  5. Masajes: Realizar masajes suaves en la zona afectada puede ayudar a reducir la retención de líquidos.

Además, en casos persistentes, es recomendable consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

En conclusión, la retención de líquidos puede tener diversas causas, desde hábitos alimenticios hasta condiciones climáticas. Adoptar un estilo de vida saludable, con una dieta equilibrada y actividad física regular, puede ser clave para prevenir esta condición y mantener una buena salud circulatoria.

Cintia Castro Sánchez