El ácido mensaje de la Dra. Cordero sobre Jean Philippe Cretton: Una polémica reavivada
La Dra. Cordero se expresó sobre el exrostro de Chilevisión y generó controversia. La diputada María Luisa Cordero…
La Dra. Cordero se expresó sobre el exrostro de Chilevisión y generó controversia.
La diputada María Luisa Cordero ha revivido una antigua disputa con el periodista Jean Philippe Cretton, lanzando un comentario mordaz sobre su actividad intima en una reciente entrevista con Eduardo de la Iglesia.
Recordando su paso por el programa “Podemos Hablar” en 2022, donde Cordero afirmó haber sido tratada de manera despectiva, la diputada expresó su gratitud a De la Iglesia por su caballerosidad durante la entrevista, lo que le recordó su descontento con Cretton.
En un comentario aparentemente irónico, la Dra. Cordero hizo referencia al nombre de un episodio anterior, mencionando “Podemos Joderte”, insinuando así su percepción de la entrevista como un intento de desestabilización. Sin embargo, el punto álgido llegó cuando la parlamentaria hizo un comentario sobre la actividad sexual de Cretton, afirmando no haber visto nunca a alguien con tanta actividad sexual mientras supuestamente lidiaba con la depresión.
La intervención de su equipo para detener el comentario evidencia la naturaleza controvertida de las palabras de Cordero, mientras ella misma señaló la censura implícita en la situación.
El episodio resalta una vez más las tensiones subyacentes entre la diputada y el periodista, lo que sugiere una relación tensa entre ambos. Aunque el comentario puede haber sido interpretado como una broma, la reacción del equipo de la Dra. Cordero sugiere que el tema es sensible y delicado.
El incidente subraya la naturaleza a menudo candente y polarizadora de la política y los medios de comunicación en Chile, donde las diferencias de opinión y las rivalidades personales pueden surgir en cualquier momento, incluso en contextos aparentemente apolíticos.
El ácido mensaje de la Dra. María Luisa Cordero sobre Jean Philippe Cretton ha vuelto a encender las llamas de una disputa que parece no haberse extinguido desde su aparición en el programa “Podemos Hablar” en 2022. Su reciente intervención durante una entrevista con Eduardo de la Iglesia ha desatado una ola de comentarios y reacciones, destacando una vez más la tensión latente entre la diputada y el periodista.
Desde el inicio de la entrevista, quedó claro que Cordero no había olvidado ni perdonado su experiencia en “Podemos Hablar”. Al recordar el episodio, la parlamentaria insinuó que se había sentido atacada y menospreciada durante su participación en el programa, lo que alimentó su resentimiento hacia Cretton y el equipo detrás de la producción.
Sin embargo, fue el comentario sobre la actividad sexual de Cretton lo que provocó una reacción aún más intensa. La Dra. Cordero, en un aparente tono sarcástico, señaló la ironía de que alguien con depresión tuviera una vida sexual tan activa. Este comentario, aunque probablemente pretendía ser una broma, cruzó una línea para muchos, tocando un tema personal y delicado.
La reacción inmediata de su equipo, tratando de detenerla antes de que continuara hablando, refleja la sensibilidad del tema y la percepción de que la diputada estaba yendo demasiado lejos. La propia Cordero señaló la censura implícita en la situación, lo que sugiere que estaba consciente de la controversia que sus palabras podrían generar.
Este episodio es solo el último capítulo en una saga de enfrentamientos entre Cordero y Cretton, lo que subraya una relación tensa y complicada. Aunque sus diferencias pueden parecer personales, también reflejan tensiones más amplias entre la política y los medios de comunicación en Chile. La polarización y la confrontación son características comunes en este entorno, donde las figuras públicas a menudo se ven envueltas en disputas y rivalidades que van más allá de las diferencias ideológicas.
El ácido mensaje de la Dra. Cordero sobre Jean Philippe Cretton es un recordatorio de la naturaleza volátil de la política y los medios de comunicación en la era moderna. Mientras tanto, deja abierta la pregunta sobre si esta disputa alguna vez llegará a su fin o seguirá ardiendo en el centro de la atención pública.