Este sábado, Pancho Saavedra recorrió las calles de Santiago junto a Iván Arenas con quien tuvo una cercana conversación en el programa Te paso a buscar.
El conocido comunicador y comediante recordó sus años de gloria en televisión, así como también su incursión en el humor y su particular filosofía respecto a la muerte.
Ya adentrados en la conversación, el también diseñador industrial le contó a Pancho la razón de su negativa a ir al Festival de Viña del Mar.
Según dijo, “no es una cuestión económica, estoy en una etapa de mi vida en que no ‘es por ganar más’. Yo dije, ‘¿vale la pena ir a Viña?’ Para qué, si terminas la rutina y cag…, la mataste. En cambio, esa rutina podría hacerla en muchos más lugares a lo largo de Chile. Ese raciocinio no lo hacen muchos, algunos van porque les conviene arriesgar, otros porque se hacen más conocidos y otros van porque les importa un comino perder esa rutina”.
Iván Arenas y la muerte
Luego, Pancho tocó el tema de la muerte. Esto, porque el comunicador rancagüino sufrió cuatro infartos y un cáncer al colon.
Aún así, el ex anfitrión de La mansión Rossa aseguró que “no me aferro a nada. Cuatro infartos y un cáncer, y nunca tuve miedo. Es más, he sido irreverente hasta con la medicina. No lo hago adrede, sino que me nace espiritualmente”.
“Cuando el médico me dijo que deje de fumar, yo le dije ‘¿por qué?’. Él me dijo que me iba a morir, y yo le respondí que él también. Nadie decide esto, si es que hay un creador, cuántas veces me ha cuidado”, agregó.
“Podría pensar que esta es la última entrevista que se me hace”
Iván Arenas
En ese momento, Iván Arenas recordó una particular anécdota que vivió justamente cuando estaba sufriendo el cuarto infarto, una situación que hoy forma parte de su rutina y la cuenta en cada show que realiza.
“Fue una cosa muy divertida”, dijo entre risas el Profesor Rossa, explicando que todo partió al momento de llamar a una ambulancia para que lo trasladara a la clínica.
Arriba de la ambulancia, fue atendido rápidamente por el personal especializado. “Aparece el médico con dos asistentes y empieza a enchufar la máquina para el electro mientras yo estaba acostado con el infarto, y los dos asistentes que estaban atrás se miraban entre ellos y se reían”, relató.
“Yo no cachaba nada”, indicó, hasta que sorpresivamenta escucha que uno le dice al otro “él es, es el Profesor Rossa”, dando a entender que lo reconocieron.
Lo insólito es que en medio de todo este procedimiento para controlar su infarto, los asistentes le pidieron tomarse una foto juntos.
“Me paraban la cabeza (de la camilla), mientras el otro desde el otro lado de la ambulancia sacaba la foto”, siguió contando, revelando que lo más gracioso fue que le dijeron “la última foto”, tomándoselo con humor pues creyó que “me estaban matando”.
