Pese a que han transcurrido cuatro años, Mayte Rodríguez no olvida el asalto del que fue víctima su madre, la actriz Carolina Arregui.
Todo ocurrió una noche cuando la protagonista de Juego de Ilusiones junto a su hija menor, María Jesús Sothers, iban a encontrarse con Mayte, quien había sufrido un problema mientras conducía su vehículo.
“Pasé en el auto afuera de esta casa y un gato pasa muy rápido y le alcancé a pegar, según yo en mi cabeza, en el potito, en la cola del gato. Me pongo a llorar, a llorar y digo qué hago, cómo me doy la vuelta acá, llamó a mi mamá y le digo ‘mamá atropellé a un gato'”, relató la rubia en el programa La Divina Comida.
Mayte Rodríguez y su hermana recordaron el traumático episodio
Ante esta situación, Carolina Arregui junto a la menor del clan partieron en su ayuda, sin imaginar lo que le esperaba: una experiencia aterradora.
“Y en eso que llegamos yo me bajo y mi mamá empezó a hablar por Facetime con la Mayte, y de repente se estaciona una camioneta gigante atrás y se bajan tres gallos. Mi primer instinto de niña fue correr, onda a mi casa”, recordó María Jesús.
Tras huir, se dio cuenta que los delincuentes estaban siendo muy violentos con su mamá, por lo que decidió volver al lugar.
“Cuando llegué a la esquina escucho los gritos de mi mamá: ‘suéltenme, suéltenme, ¿qué están haciendo?’, y escuchaba cómo le pegaban a mi mamá”
María Jesús Sothers
Al llegar, la hermana de Mayte Rodríguez reveló que “Lo primero que atiné fue correr a la vida gritando como vikinga. Me pegué el show de la vida por si algún vecino me escuchaba y llamaba a carabineros, no sé…”.
“Pasara lo que pasara me tiré encima del gallo que le estaba aforrando a mi mamá, le empecé a pegar y llegó otro gallo por atrás, cachai, y me pescó la cabeza en el capó y me empezó a pegar con una piedra en la cabeza, yo quedé media aturdida y como ahí no le pudieron soltar el cinturón se robaron los dos celulares y se fueron”, siguió narrando, agradeciendo que no haya pasado a mayores.
“En verdad fue brígido”, aseguró María Jesús, quien una vez se fueron los antisociales ayudó a su madre a calmarse y lograr conducir, pues los nervios la tenían mal.
“Después yo dándole indicaciones a mi mamá, ‘derecha, izquierda’, mi mamá estaba choqueada no sabía dónde ir, lloraba y me decía ‘¿dónde voy?, ¿dónde voy?'”, recordó.
Por su parte, Mayte Rodríguez agradeció que “Lo mejor de todo es que no terminó en nada más que eso”, aludiendo a que su madre y hermana no quedaron con lesiones graves, pudiendo hoy contar esta experiencia que podría habe terminado muy mal.
