Cerebro sano: 5 consejos para maximizar su poder
Hay alimentos que pueden mantener a nuestro cerebro sano y en óptimas condiciones.
Cuidar nuestra alimentación no solo lleva a evitar problemas gastrointestinales y/o afecciones crónicas, como la diabetes o hipertensión, también permitirá conservar nuestro cerebro sano y completamente funcional. Pues hay ciertos hábitos que ayudarán a que el órgano que maneja a todos los demás se mantenga “en forma”, cual si fuera un músculo; lo que se expresará en una mayor concentración, acertividad y celeridad para resolver cuestiones de la vida diaria.
El nutricionista español, Carlos Ríos creó el “Movimiento basado en comer comida real y evitar ultraprocesados que viene a revolucionar la industria alimentaria”, llamado “Realfooding”. Entre sus posteos se pueden encontrar 5 consejos destinados a “maximizar” el poder de un cerebro sano. Cuatro de ellos son a través de los alimentos y uno está ligado al descanso diario.
La alimentación puede ayudar mucho a que el cerebro mantenga su funcionalidad y hasta a cuidar nuestra salud mental. Pues, un estado de ánimo bajo puede llevar a un mayor consumo de grasas, azucares y demás productos refinados y, estos a su vez, debilitan el sistema nervioso, con lo que se genera una especie de círculo vicioso. Para que esto no ocurra, el experto en nutrición establece cincos consejos:
1.Un puñado de nueces al día: Los frutos secos en general y las nueces en particular son ricas en compuestos neuroprotectores. Un reciente estudio tuvo como objetivo evaluar el efecto del consumo de un puñado de frutos secos de forma diaria sobre la función cognitiva en adultos jóvenes y sanos. Los resultados mostraron una clara tendencia a una mejor función cognitiva y el beneficio puede ser incluso más pronunciado en personas mayores o de mayor riesgo cognitivo.
2. Dos cucharadas soperas de aceite de oliva: Este alimento es claramente el que presenta el mayor potencial antiinflamatorio y bioactivo en general. En un interesante estudio se observó que el consumo de aceite de oliva contribuyó a reducir la permeabilidad de la barrera hematoencefálica (impidiendo el ingreso de sustancias tóxicas al cerebro) y mejoró la conectividad cerebral. Utilízalo en crudo para aliñar.
3. Tres latas de sardinas a la semana: Las sardinas son excelente fuente de DHA (Ω-3) y este tipo de grasas cumple un papel vital tanto a nivel estructural como a nivel funcional en el cerebro. Para entender la envergadura de su valor, ten en cuenta que el DHA representa casi la mitad (40%) del total de ácidos grasos poliinsaturados Ω-3 en el tejido neuronal. Relativo a esto se encontró que el consumo de pescado rico en Ω-3 se vinculó con un mayor rendimiento de la memoria.
4. Cuatro tazas de arándanos a la semana: Las revisiones sistemáticas identifican generalmente a las bayas como la fruta con el mayor potencial para beneficiar la cognición. Particularmente, los arándanos pueden mejorar diferentes parámetros cognitivos en un periodo relativamente corto de tiempo.
5. Más de 5 horas de sueño: Múltiple es la evidencia que relaciona a los trastornos del sueño (incluida la somnolencia diurna) con el deterioro cognitivo prematuro. No obstante, un sueño excesivamente largo (>8h) también parece ser problemático al vincularse con un volumen cerebral más reducido. La recomendación es la de priorizar la calidad del descanso en una horquilla de entre 6-8h/diarias.
Vale recordar también que el sedentarismo solo puede acarrear problemas crónicos; por lo que implementar una rutina de actividad física también es necesario para sostener un cerebro sano. Y no se trata de correr maratones ni convertirse en grandes atletas o deportistas, no. Con caminar, correr, bailar o realizar alguna actividad que mantenga el cuerpo en movimiento es suficiente. Después de todo, en cada una de ellas, el cerebro siempre estará involucrado, como protagonista.