Descubren que pololear después de los 30 garantiza que sean duraderas

Pololear es una de las travesías por la cual cientos de personas pasan alguna vez en su existencia. Hay quienes afrontan los obstáculos y con el tiempo crean vínculos solidos, otros optan por continuar su camino separados y están los que prefieren la vida en soltería con sus ventajas y comodidades.

Si eres del team que prefiere crear vínculos afectivos más allá de una mera amistad, te aconsejamos que leas esta nota para contemplar el porque es mejor pololear luego de los 30 años y reducir las posibilidades de que se vaya por la borda en poco tiempo.

Conócete primero: Luego de hartos años, la perspectiva cambia con la edad y comienzas a considerar algo más que el amor romántico. Tienes en cuenta aristas que antes no apreciabas con claridad, seguramente ya habrás vivido algunos romances fallidos lo cual te dotará de experiencia para saber que es lo que realmente esperas de una persona y si pololear es el camino para tu vida.

Independencia económica: Al transitar tus 30 años es muy probable que ya te hayas independizado de tus padres y esta nueva etapa trae consigo la noción de lo que implican los gastos para mantener una casa en pie y las obligaciones que derivan de ellos. Al poloear en estos periodos se es más consiente y pueden llegar a planificar a futuro y apoyarse con las exigencias.

Vida profesional: Ligado a lo anterior, tu vida profesional tal vez ya se encuentre consolidad, razón por la cual pensaran en equipo para generar espacios saludables de contención en cada uno de los planos de la vida. Otro punto importante que se remita al párrafo anterior es que al tener independencia económica puedes acceder a la boda de tus sueños o una ceremonia que se adapte a tus gustos.

Maternidad: En muchos casos se da que los matrimonios o uniones de hecho se consolidan por la llegada de un hijo. Este hecho trascendental no se debe tomar a la ligera, con tus más de 30 la reflexión sobre encarar la maternidad o no puede estar más clara que en años anteriores, así como también las condiciones económicas y psicológicas para el desarrollo de una niñez sana en todos sus sentidos.

Estudios científicos: Por último no es una simple noción que se le ocurrió a algún redactor y comenzó a viralizarse. Existen algunos estudios que los avalan, como por ejemplo el del sociólogo Nicholas Wolfinger, en donde constata en simples palabras que antes de los 28 años no es una opción prudente pololear ya que las personas de esa edad no tienen todas sus facultades mentales para tal magnitud de compromiso. Pasamos los 30 se estima que la taza de divorcios es menor.