¿Porqué los productos de limpieza vienen con fragancias?

Las fragancias de los productos utilizados para la higiene hogareña tienen un significado.

En el mundo de la higiene y el aseo, el olor de los productos desempeña un papel crucial. No solo se trata de la eficacia del producto, sino también de la influencia que ejerce su aroma en nuestra percepción de limpieza. Pero, ¿por qué se utilizan fragancias en los productos de limpieza? Según Tamara Valdevenito, biotecnóloga y consultora de Bañados y Cía., empresa especializada en químicos e implementos de higiene, los aromas se procesan en el sistema límbico de nuestro cerebro, donde se controlan las emociones, la conducta y los recuerdos.

Por lo tanto, la elección de las fragancias no es tan simple como parece, ya que cada persona puede reaccionar de manera diferente a un mismo olor.

En el mercado, se pueden encontrar una variedad de fragancias, desde florales y dulces hasta cítricos, y cada una se elige teniendo en cuenta el uso del producto. Por ejemplo, los detergentes suelen tener fragancias florales o de algodón para asociarse con la limpieza de la ropa, mientras que los limpiadores de baño tienden a utilizar aromas como la lavanda y el limón para transmitir una sensación de frescura.

Pero, ¿son realmente necesarias estas fragancias? Valdevenito sostiene que sí, ya que influyen en nuestro bienestar emocional y pueden mejorar nuestra experiencia de limpieza. Sin embargo, aclara que la inocuidad es una prioridad en ciertos sectores, como la industria alimentaria, donde los productos de limpieza no pueden contener aromas que alteren el olor y sabor de los alimentos. En estos casos, se utilizan componentes químicos con aromas controlados o neutros para garantizar la seguridad alimentaria.

Las fragancias en los productos de limpieza no solo están destinadas a mejorar su aroma, sino también a influir en nuestra percepción de limpieza y bienestar emocional.

En el mundo de la higiene y el aseo, el aroma de los productos desempeña un papel crucial. No se trata solo de la eficacia del producto, sino también de la influencia que ejerce su olor en nuestra percepción de limpieza y bienestar emocional. Según Tamara Valdevenito, biotecnóloga y consultora de Bañados y Cía., empresa especializada en químicos e implementos de higiene, los aromas son procesados en el sistema límbico de nuestro cerebro, donde se controlan las emociones, la conducta y los recuerdos. Por lo tanto, la elección de las fragancias no es tan simple como parece, ya que cada persona puede reaccionar de manera diferente a un mismo olor.

En el mercado, se pueden encontrar una variedad de fragancias, desde florales y dulces hasta cítricos, y cada una se elige teniendo en cuenta el uso del producto. Por ejemplo, los detergentes suelen tener fragancias florales o de algodón para asociarse con la limpieza de la ropa, mientras que los limpiadores de baño tienden a utilizar aromas como la lavanda y el limón para transmitir una sensación de frescura.

Pero, ¿son realmente necesarias estas fragancias? Valdevenito sostiene que sí, ya que influyen en nuestro bienestar emocional y pueden mejorar nuestra experiencia de limpieza. Sin embargo, aclara que la inocuidad es una prioridad en ciertos sectores, como la industria alimentaria, donde los productos de limpieza no pueden contener aromas que alteren el olor y sabor de los alimentos. En estos casos, se utilizan componentes químicos con aromas controlados o neutros para garantizar la seguridad alimentaria.

Las fragancias en los productos de limpieza no solo están destinadas a mejorar su aroma, sino también a influir en nuestra percepción de limpieza y bienestar emocional. Aunque su elección puede ser compleja, su impacto en nuestra experiencia diaria de limpieza es innegable. Por lo tanto, la próxima vez que utilices un producto de limpieza con un aroma agradable, recuerda que no solo estás eliminando la suciedad, sino también mejorando tu estado de ánimo.