Un impactante testimonio fue el que dio Felipe Vidal, la noche de este viernes, en el programa Podemos Hablar donde relató un hecho que lo marcó para siempre.
Ante la pregunta de Jean Philippe Cretton respecto a “¿quiénes han sido apuntados con un arma de fuego?”, el periodista dio un paso al frente y narró su experiencia.
“Fue a principios de los 2000, yo en esa época era editor y lector de noticias en La Red. Un finde semana tuvo turno (en el canal) y el día domingo termino el turno como a las ocho y media, estaba oscuro y voy a una farmacia que estaba en la esquina de Colón con Manquehue”, comenzó explicando el panelista de Buenos Días a Todos.
El impactante relato de Felipe Vidal
Al ingresar a la farmacia, saca siete mil pesos de un cajero automático, los cuales guardó en su bolsillo.
“Entro, no había nadie. Pido el remedio (un jarabe para su hija) y no lo tenían. Me di media vuelta para salir y habían tres estantes, y entraron tres gallos con fierros en la mano, eran pistolas”, recordó.
Al ver esta escena frente a sus ojos, Felipe Vidal atinó, según él cobardamente, a agachar su cabeza sin oponer ningún tipo de resistencia.
“Un gallo salta (el mesón), el otro se queda con el cajero sacándole la plata y el tercero conmigo”, expresó el amigo de Pollo Valdivia, haciendo el gesto que fue apuntado con una pistola en su cabeza.
“Yo ví la pistola”
Felipe Vidal
Luego, siguió describiendo la tensa situación en la que habían “muchos gritos”, pues los delincuentes eran bastante agresivos con los trabajadores de la farmacia.
En medio de todo este ajetreo, al interior del local, Felipe Vidal seguía siendo apuntado en su cabeza, momento en el que el antosocial le dice “tranquilo, ¿tienes algo?”, a lo que periodista le responde que “sí”, metiendo su mano en el bolsillo para darle los siete mil pesos que había sacado del cajero minutos antes.
“Le paso las siete lucas, y en el otro bolsillo tenía el celular y atrás la billetera”, añadió, argumentando que le preocupaba que le robaran sus documentos. Sin embargo, al entregarle el dinero al hombre, él reaccionó como diciendo “estamos” y no le quiso pedir nada más, huyendo del lugar.
“Yo creo que tienen que haber sido tres minutos, o tal vez un poco más, pero apuntando todo el rato. Pero él (el delincuente) muy tranquilo, distinto a los otros dos. Yo en ese minuto pensé ‘menos mal que no estoy con mi señora y mi hija, porque quizás reaccionaba de otro manera’. Me fui todo tiritón, porque el balazo se puede salir, fue heavy, lo pasé mal”, concluyó Felipe Vidal su historia en la que pasó un tremendo susto, pues reconoció que temió por su vida.
