Adriana Barrientos y una ácida crítica a Chino Ríos: “¡Son 5 boquitas!”
Adriana Barrientos no se guardó nada y apuntó contra el ex deportista.
Desde hace días circula en todos los portales la noticia de la escandalosa separación de Paula Pavic y Marcelo Ríos. Y quien tomó bandera en el hecho fue Adriana Barrientos, sobre todo ahora que se conoció que el ex tenista no estaría cumpliendo con sus cuotas alimentarias.
Es que entre otras cosas, se supo que la ex esposa del Chino estará en Podemos Hablar, motivada por el dinero que cobrará y que le ayudará a pagar varias deudas adquiridas ante la negativa de él a proveerla de dinero para los hijos que tienen juntos.
Fue el periodista Pablo Candía quien dio a conocer la información, agregando además que Pavic es una de las confirmadas para la segunda temporada de Tierra Brava.
“Igual, amigo, te digo que bien triste que ella tenga que venir aquí a Chile, a un programa. Yo entiendo más o menos los rangos de valores que pagan, la deuda que tuvo que pedir fueron 20 mil dólares para darle de comer a sus hijos”, dijo en referencia a la cuota alimentaria.
Y continuó indignada: “¡Qué lata, Chino Ríos! Que tu señora tenga que venirse para acá a trabajar y echar un poquito de dinero para darle de comer a esas cinco boquitas, que son son cinco niñitos. ¡Te pasaste! Perdón, pero tenía que decirlo”.
Por otro lado, La Leona remarcó que la separación tiene como positivo la independencia de Paula Pavic que realiza videos motivacionales en sus redes sociales: “Ella es una mujer empoderada, que hoy día nos está demostrando que se puede salir adelante, que finalmente no se quiso quedar amarrada al Chino, que quiso volar con sus propias alas”.
“Me parece que es bonita, es entretenida, está estupenda, de todas maneras yo estoy con ella y me encanta. Yo creo que es un ejemplo, y es lindo escucharla. Porque uno cree que viven en un paraíso”, agregó.
Cabe remarcar que Adriana Barrientos también se había referido a la separación de Coté López y apuntó contra Luis Jiménez señalando que él “se había acostumbrado a ponerle el gorro” a la influncer, más allá de que ambos simulen que todo se dio en buenos términos y sin terceras personas.