Kenita Larraín se encuentra plena, atravesando un gran momento tanto en lo personal como en lo profesional. Al menos así lo reveló en Podemos Hablar, en donde además manifestó su deseo de arreglar las cosas con Iván Zamorano.
“Estoy súper contenta, porque de alguna forma se solucionó lo de Giuliana Sotela, después se solucionó lo de Marcelo Ríos, ahora con Daniela, me falta Iván”, dijo la ex reina de belleza, recordando la intensa relación que mantuvo con el ex futbolista.
“El único que me falta es Bam-Bam… Yo tengo mi familia, él tiene su familia, éramos otras personas en ese momento. Obviamente que, si uno pudiera volver el tiempo atrás, quizás uno diría ‘haría esto distinto, haría esto otro diferente’ … a lo mejor dice ‘no me hubiera gustado conocerla’, después de todo lo que pasó, ambos sufrimos”, continuó.
Fue entonces que el conductor Jean Philippe Cretton, intervino con una pregunta: “Tú hablaste de una relación que fue violenta ¿te referías en lo físico, en lo emocional, ambas?”. Ella, rápida de reflejos señaló: “Eso ya pasó hace tanto tiempo, pero me gustaría dar vuelta la página con eso y mirarlo desde otro lugar”.
“Ya han pasado 20 años y un poquito más. Obviamente él es un hombre totalmente distinto, me imagino, yo también. Me gustaría expresar que, si en algún momento se da la oportunidad de poder conversar, creo que sería muy sanador”, aseguró Kenita Larraín, sorprendiendo a todos.
Kenita Larraín dió su versión
Fue entonces que el ex de Pamela Díaz indagó: ¿Qué esperas con esta reconciliación? ¿Un perdón o algo más? Y la numeróloga respondió: “Es que me imagino que para él fue súper fuerte que yo no me casara… él nunca pensó que yo no me iba a casar y debe haber sido ‘¡cómo me hizo esto!’… Estábamos en un contexto del ídolo nacional, era el soltero más codiciado de todo Chile, yo creo que él nunca se esperó algo así”.
Además analizó: “Yo no me sentía querida en la relación, la relación estaba muy mal, y también fue el momento en donde yo dije ‘Me tengo que amar’. Los demás van a una fiesta, a un matrimonio, después cada uno hace su vida, va a su casa, y yo no puedo dar un paso”.
Finalmente, Kenita Larraín sostuvo: “Fui súper valiente, me eché a un país encima, y ahí es donde hablo en el libro de que en algún momento sentí como ‘capaz que me tenga que ir de Chile’, porque había muy mala onda conmigo. Yo llegaba a un lugar y me empezaban a pifiar, era súper duro. Por lo menos desde mi vereda”.
